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Último casting para la primera mujer alemana en el espacio

alemanas astronautas

Ya han pasado varios meses y más de 400 mujeres se encuentran compitiendo para convertirse en la primera alemana en pisar el espacio. La campaña, ya se encuentra en su etapa final con tan sólo seis candidatas que luchan por cumplir el sueño de ser astronauta.

La iniciativa impulsada por la técnica aeroespacial Claudia Kessler, tiene objetivo elegir mediante una serie de casting a la persona más adecuada para ser formada como astronauta y volar a partir de 2020 durante diez días al espacio para participar en una misión de la Estación Espacial Internacional (EEI). La idea de Kessler intenta de cierta manera poner punto final a un punto aeroespacial hiperrepresentado en su mayoría por figuras masculinas. Hasta la fecha son seis las candidatas que han logrado superar el proceso de selección e ir avanzando hasta llegara a la ronda final del casting.

Entre ellas hay ingenieras y una piloto de combate. Según informó la organización, es que además de la formación tradicional que ofrecerá la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) a la elegida, también se podrá instruir de manera privada a una segunda mujer para que forme parte en una misión de la Estación Espacial Internacional.

De esta manera, serían dos las elegidas, sin embargo, se advirtió que esto está condicionado por los recursos con los que cuenten. En este sentido, el objetivo de la impulsora del programa "La Astronauta" es recaudar hasta el próximo 31 de abril mediante donaciones a través de internet, un mínimo de 52 mil dólares.

De lograrse esta suma, se podrá financiar la primera fase del entrenamiento espacial. Los fondos para sufragar la misión completa ascenderán a más de 30 millones de euros y, para ello, se recurrirá a la búsqueda de patrocinadores. Por el momento, la ESA no ha formado a ninguna mujer alemana como astronauta, sólo a hombres.

Proyecto de Stephen Hawking para "escuchar" vida extraterrestre suma nuevos telescopios

La misión liderada por el CEO de Facebook, pretende detectar señales de otras civilizaciones estudiando las estrellas más cercanas a la Tierra durante 10 años.
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Nuevos telescopios procedentes de Australia, Estados Unidos y China se suman a los instrumentos ya disponibles para el proyecto Breakthrought Listen, que busca capturar señales de vida en otros planetas. La iniciativa liderada físico Stephen Hawking, el multimillonario ruso Yuri Milner y el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, se dedicará a observar durante 10 años a las estrellas más cercanas a la Tierra, transformándose en el "programa de investigación científica más grande realizado para encontrar evidencias de una civilización más allá de la Tierra". "Comparado con los proyectos anteriores, Breakthrought Listen, es cerca de mil veces más poderoso, va a observar un millón de estrellas más, cubrirá más porción del cielo, en más frecuencias y para más tipos de señales", señaló a El Mercurio Dan Werthimer, cofundador y jefe científico del Proyecto SETI@home y académico de la Universidad de California. Para ello, Australia puso a disposición del proyecto el radiotelescopio Parkes, un plato de 64 metros de diámetro que se dedicará a escuchar a las estrellas más cercanas en busca de vida extraterrestre.

Este instrumento se une a Green Back, un radiotelescopio de 100 metros de Estados Unidos, y FAST, un plato de 500 metros ubicado en China. "Si encontramos que no estamos solos podremos integrarnos a las comunicaciones de la galaxia, aprender de civilizaciones que están miles de millones de años más adelante que nosotros y de cómo ellos lograron superar los años de sus propios Trump", aseguró Werthimer. Más allá del proyecto "Listen", el programa "Breakthrough" tiene entre sus objetivos construir una nave no tripulada para enviarla hacia Alpha Centauri, la estrella más cercana a la Tierra, algo que en la actualidad es imposible por las limitaciones tecnológicas.

Sin embargo, la iniciativa presenta un gran desafío que radica en la distancia con respecto a otros sistemas estelares, por lo cual Breakthrought Listen utiliza una manera estándar para tratar de detectar señales de vida, buscando dónde apuntar con los telescopios y en qué frecuencia.

ExoMars se dirige hacia su órbita definitiva sobre Marte

Su finalidad es estudiar el gas metano y otros gases para encontrar señales de actividades biológicas y geológicas en el Planeta Rojo
Astronomía, ExoMars, Viaje a Marte, Nasa

La misión ExoMars de la Agencia Espacial Europea (ESA) cambió su orientación y se dirige hacia su órbita definitiva sobre el planeta Marte. Según la información revelada por la ESA, desde esta nueva órbita, la sonda será capaz de examinar de manera detallada el planeta rojo. Los científicos a cargo del satélite esperan que una vez que las observaciones inicien en 2018, esta órbita proporcione una cobertura óptima de la superficie, y una buena visibilidad para la retransmisión de datos. Esta misión, cuyo objetivo es investigar el gas metano y otros gases, llegó a Marte en octubre de 2016 y en enero de este año se realizó una serie de maniobras importantes para ajustar su trayectoria a la del planeta.

Exomars está siendo ejecutada por la ESA y Roscosmos, y en el comienzo llevaba a bordo el Orbitador de Gases Traza y el módulo Schiaparelli. Ambos viajaron juntos hasta octubre, cuando Schiaparelli se separó para adentrarse en la atmósfera del Planeta Rojo con el fin de demostrar tecnologías para la entrada, descenso y aterrizaje para futuras misiones, pero finalmente terminó estrellándose sobre la superficie de Marte a más de 300 kilómetros por hora.

Científicos descartan que los reiterados asteroides que han pasado cerca de la Tierra tengan un mismo origen

Durante las últimas semanas, los observatorios han captado al menos tres cuerpos espaciales pasando cerca del planeta y se espera que este viernes se cruce un cuarto objeto a escasa distancia.

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En las pocas semanas que van de este 2017, se han registrado diversos asteroides pasando cerca de la Tierra, estas rocas han sido estudiadas tanto por la NASA como por el telescopio Slooh. Si bien en un comienzo se pensó que podía tratarse de un planeta que habría estallado y sus restos habrían pasado cerca del Sistema Solar, recientes análisis de estos cuerpos descartó esa alternativa. El recién pasado jueves, un asteroide cruzó a una distancia de aproximadamente 16 mil kilómetros de la Tierra, en esta oportunidad, la roca medía cerca de 10 metros por 25 metros. En esta oportunidad, fue el Pan-STARRS quien alertó del paso cercano al planeta, quienes destacaron que viajaba a una velocidad de 40,2 mil kilómetros por hora. A este, se le suman otras dos rocas que se registraron el mismo jueves, una de 13 metros de diámetro, que pasó a más de 2 mil kilómetros de la Tierra; y una tercera roca, esta de 15 metros, que viajaba a más de 4 mil kilómetros de distancia.

Paul Cox, del observatorio Slooh, comentó a CNet que en un comienzo pensaron que se trataba de un planeta que había estallado o de un asteroide más grande que se había fragmentado, sin embargo, "cuando estudiamos las órbitas de cada uno de los asteroides, encontramos que no existía correlación entre ellos, demostrando que claramente no estaban asociados entre ellos de ninguna forma".

Por esto "nos quedamos con la opinión de que estos pequeños grupos son meramente coincidencia", señaló Cox. "No obstante, aún nos sorprenden cuando los vemos". Además de estos asteroides, los expertos destacaron que se espera que una nueva roca siga su camino cerca de la Tierra este viernes, en esta oportunidad se trata de un cuerpo de 13,4 metros, que pasará a 4,3 millones de kilómetros. En tanto, el próximo domingo, el observatorio Slooh advierte de un nuevo asteroide que mide 4,5 metros, y que pasará a sólo 952 mil kilómetros de la Tierra.

Julio fue el mes más caluroso de la historia, según datos de la NASA

La agencia estadounidense indicó que la temperatura en la Tierra el mes pasado superó en 0,11°C el récord anterior.


La Tierra subió su temperatura y vivió en julio el mes más caluroso de la historia registrada, de acuerdo a datos publicados por la NASA. Incluso después de la desaparición del fuerte fenómeno El Niño, que eleva las temperaturas más allá del cambio climático impulsado por el hombre, julio rompió todos los récords de temperatura global. La NASA calculó que julio de 2016 fue 0,84°C más caluroso que el promedio del periodo 1950-1980.
Eso es claramente más caluroso que los meses récord anteriores, ubicándose 0,11°C por sobre la marca anterior, registrada en julio de 2011 y julio de 2015, que estuvieron tan cerca que eran considerados en empate, según indicó Gavin Schmidt, jefe de ciencia del clima en la agencia espacial estadounidense.

Los científicos culpan al cambio climático generado por el hombre, provocado por el uso de combustibles fósiles, además de un empujón extra generado por El Niño, que ocurre cada cierto tiempo y calienta naturalmente partes del Océano Pacífico, cambiando el clima en todo el mundo. Kim Cobb, científica del clima de Georgia Tech, dijo que los datos son significativos "porque la temperatura global sigue subiendo incluso después del fin del evento El Niño".

Los cinco meses más calurosos de la historia, según los datos de la NASA, son julio de 2016, julio de 2011, julio de 2016, julio de 2009 y agosto de 2014. Sólo julio de 2015 ocurrió durante un periodo de El Niño. Los registros llegan hasta 1880. Este es, además, el décimo mes consecutivo en romper récords de temperatura, según la agencia. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) entregará sus propias cifras este miércoles. Según esta agencia, los últimos 14 meses han superado marcas de altas temperaturas.
"Lo que da miedo es que estamos entrando a una era donde será sorpresa cuando cada nuevo mes o año no sea el más caluroso de la historia", declaró Chris Field, científico del clima de la Carnegie Institution y de la Universidad Stanford. 
Este nuevo récord y todos los otros que han sido superados recientemente cuentan una historia cohesiva, dice Schmidt:
"el planeta se está calentando. Es importante por lo que nos dice sobre el futuro".

El ESO captura una nueva imagen de la constelación de Sagitario

El hallazgo les permitirá a los científicos estudiar con mayor detalle la vida y muerte de las estrellas, así como su comportamiento. 


BERLÍN.- El telescopio de rastreo (VLT, por sus siglas en inglés) del Observatorio Austral Europeo (ESO) ha logrado capturar una gigantesca imagen del cúmulo de estrellas conocido como Messier 18 -en la constelación de Sagitario-, un laboratorio cósmico perfecto para estudiar la vida y la muerte de las estrellas. Esta imagen de 615 megapixeles captada por este telescopio instalado en el Observatorio Paranal, en Chile, y difundida este martes por el ESO desde su sede central en la ciudad alemana de Garching, muestra un puñado de llamativas estrellas azules y nubes rojas de hidrógeno ionizado brillante y oscuros filamentos de polvo.
Los trazos oscuros que serpentean a través de la imagen son los turbios hilos de polvo cósmico que bloquean la luz de las estrellas distantes. En las débiles nubes rojizas el gas brilla porque las estrellas jóvenes están muy calientes y emiten una intensa luz ultravioleta que arranca los electrones del gas circundante. Eso hace que se emita el débil resplandor que se ve en la imagen. El Messier 18, un cúmulo abierto de astros que se formaron juntos a partir de la misma nube masiva de gas y polvo, fue descubierto en 1764 por Charles Messier.

Se trata de estrellas hermanas, pues sólo son diferentes en cuanto a su masa, no en cuanto a la distancia que las separa de la Tierra o a su composición. Se conocen más de mil cúmulos abiertos dentro de la Vía Láctea con una amplia gama de propiedades, tamaños y edades, que proporcionan a los astrónomos pistas sobre cómo se forman, evolucionan y mueren las estrellas. En Messier 18 los colores azul y blanco de la población estelar indican que las estrellas del cúmulo son muy jóvenes (probablemente tienen solamente alrededor 30 millones años de edad). Actualmente, los astrónomos saben que la mayoría de las estrellas se forman en grupos a partir de la misma nube de gas que colapsó sobre sí misma debido a la fuerza de atracción de la gravedad.

La nube de polvo y gas remanente, o nube molecular, envuelve a las nuevas estrellas y a menudo es empujada por sus fuertes vientos estelares, lo que debilita la fuerza gravitatorias que las enlaza. Con el tiempo, las hermanas estelares (como las de la imagen), unidas por débiles lazos, acaban separándose y tomando caminos diferentes a medida que interaccionan con otras estrellas vecinas o con nubes masivas de gas.

Astronautas de la misión Apolo quedaron más expuestos a enfermedades cardíacas


Un estudio determinó que viajar al espacio exterior, alejándose de la magnetósfera de la Tierra que protege de las radiaciones, puede ser más nocivo de lo que se tenía considerado.

PARÍS.- Los astronautas de la misión Apolo, los únicos que viajaron más allá de la magnetósfera de la Tierra que protege de las radiaciones, mueren desproporcionadamente de enfermedades cardíacas, según un estudio. "Sabemos muy poco sobre los efectos de las altas radiaciones para la salud humana, especialmente el sistema cardiovascular", dijo Michael Delp de la Universidad de Florida en el informe publicado por Nature que ofrece "una primera mirada" al problema. De los siete astronautas de las misiones Apolo (1961-1972) fallecidos al día de hoy, tres (43%) sucumbieron a enfermedades cardiovasculares (ataque al corazón o accidente vascular cerebral). Es decir que los casos fueron "cuatro a cinco veces más numerosos" que para astronautas que nunca abandonaron la Tierra (9%) y aquellos -como los de la Estación Espacial Internacional (EEI)- que se alejaron menos de la Tierra (11%). "Esas informaciones sugieren que los viajes humanos al espacio exterior pueden haber sido más nocivos para la salud cardiovascular que lo anteriormente anticipado", indican los investigadores. Al alejarse de la Tierra a regiones del espacio donde el magnetismo nuestro planeta deja de ejercer una acción predominante sobre las partículas ionizadas, los astronautas de la misión Apolo se expusieron a niveles sin precedentes de radiaciones. La EEI orbita a unos 400 km de la Tierra donde todavía existe la acción protectora contra las partículas, que según la NASA pueden ser nocivas para los humanos al atravesar la piel y dañar el ADN celular. La NASA prevé un viaje habitado a Marte en la décadas de 2030 y considera que la protección contra las radiaciones será una "tecnología crucial" para un viaje de más de un año en el espacio, donde no sólo necesitarán agua y alimentos sino un escudo eficaz contra esa amenaza.

A finales de esta semana viene el desfile de planetas, el próximo será en el 2040


A finales de esta semana los aficionados al espacio tendrán la oportunidad de contemplar a simple vista un impresionante espectáculo celeste cuando se alineen Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, reporta el portal Universe Today.

De acuerdo con el informe, se trata del mismo fenómeno que se pudo observar a principios de año, pero esta vez será visible al atardecer y no al amanecer como a finales de enero.

El autor del artículo, el periodista especializado en ciencias David Dickinson, explica que en esta ocasión los planetas serán visibles por la tarde porque en enero los planetas estaban situados delante de la Tierra, mientras que "ahora los veremos por el espejo retrovisor, mientras adelantamos a Marte, Júpiter y Saturno y Mercurio y Venus se apuran para alcanzarnos".

Para identificar mejor a los cinco planetas, el experto aconseja comparar el brillo de los cuerpos celestes visibles. Venus será el más brillante, seguido por Júpiter. Marte será identificable por su color rojizo y Saturno, por un brillo amarillento. Mercurio, por su parte, será el más difícil de ver, puesto que es el más pequeño de los cinco planetas alienados y puede ocultarse de la vista humana.

Estos cinco planetas no volverán a alienarse hasta el 8 de septiembre de 2040.


La Nasa espera lanzar a finales de 2018 el telescopio sucesor del Hubble


La NASA espera que para finales de 2018 pueda efectuar el lanzamiento al espacio del telescopio que habrá de suceder al Hubble, que entre sus objetivos tendrá estudiar la formación de las primeras galaxias del Universo y presenciar el nacimiento de nuevas estrellas.

Así lo manifestó hoy en Bilbao Pierre Ferruit, el responsable científico de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) en este proyecto del nuevo instrumento de observación bautizado como James Webb Space Telescope (JWST), en el que participa junto a la NASA, que lo lidera, y la Agencia Espacial de Canadá.

Ferruit señaló, durante su intervención en la segunda jornada de la Reunión Científica de la Sociedad Española de Astronomía (SEA) que se celebra en Bilbao (norte), que el lanzamiento del ingenio, con un espejo primario de 6,5 metros de diámetro, le convertirá en el telescopio espacial más grande de la historia.

Este gran tamaño y su excelente visión en el campo de infrarrojos permitirán al JWST estudiar la formación de las primeras galaxias cuando el Universo era aún joven, de apenas unos pocos cientos de millones de años (actualmente tiene 13.700 millones de años), indica la SEA en un comunicado.

El JWST también podrá estudiar las atmósferas de exoplanetas (planetas situados fuera del sistema solar) en busca de moléculas clave para la vida, como el agua, el metano y el dióxido de carbono.

“Lo más emocionante es que la sensibilidad del JWST, en comparación con los telescopios actuales, será tan elevada que seguro que descubrimos cosas que ni nos esperamos”, ha afirmado Pierre Ferruit.

Aunque el proyecto está liderado por la NASA, Europa, a través de al ESA, juega también un papel destacado en la misión, recordó Ferruit.

Ejemplo de ese papel es que el nuevo telescopio se lanzará con un cohete Ariane europeo, y diversos institutos de investigación y empresas europeas han desarrollado algunos de los instrumentos a bordo.

Como contrapartida, los científicos europeos tendrán asegurado un 15 % del tiempo de observación del JWST una vez esté operativo. EFE

Kepler confirma el hallazgo de más de cien exoplanetas


Un equipo de astrónomos confirma el hallazgo de más de cien exoplanetas fuera del sistema solar.
Las observaciones de Kepler permiten determinar cuatro mundos posiblemente rocosos orbitando alrededor de una estrella enana.

Un equipo de astrónomos, liderado por la Universidad de Arizona, ha confirmado el hallazgo de un centenar de exoplanetas gracias al telescopio Kepler. Según los científicos, se trata del mayor grupo de planetas confirmado desde que el observatorio espacial cambiase su modo de estudio tras los problemas técnicos que experimentó en 2013. Dentro de los 197 mundos inicialmente reconocidos, los investigadores han podido determinar la existencia de 104 exoplanetas fuera del sistema solar. Entre otros, destaca un sistema planetario conformado por cuatro planetas que podrían ser rocosos.

El catálogo de exoplanetas dado a conocer llega después de que Kepler anunciase hace sólo unas semanas el mayor descubrimiento de mundos extrasolares realizado hasta la fecha. En esta ocasión, los astrónomos han visto planetas con un tamaño entre un 20 y un 50% superior al de la Tierra que orbitan la estrella enana K2-72, situada a 181 años luz en la constelación de Acuario. Dicho astro cuenta con unas dimensiones y un brillo menores al de nuestro Sol y los exoplanetas presentan un período orbital que varía entre los cinco días y medio y los veinticuatro días. Dos de ellos, según los científicos, podrían recibir una radiación similar a la terrestre, lo que ha llevado a los investigadores a no descartar la posibilidad de que pudiera haber surgido vida extraterrestre.


Los resultados, publicados en la revista Astrophysical Journal Supplement Series, son fruto de la combinación de datos procedentes de diferentes observatorios, incluido el propio telescopio Kepler. Desde que en mayo de 2013 la sonda perdiese el segundo de sus cuatro giróscopos (conocidos como volantes de inercia), la misión de la NASA se dio por terminada.

Sin embargo, el trabajo de la agencia espacial norteamericana y de la compañía Ball Aerospace, contratista del proyecto, sirvió para prolongar el proyecto más allá de lo previsto inicialmente. Desde aquel entonces el telescopio utiliza el conocido método del tránsito, una técnica con menor precisión de la que gozaba anteriormente la misión, pero que ha permitido realizar avances tan importantes como el primer mapa global con la edad de la Vía Láctea o continuar la búsqueda de posibles mundos habitables. Las conclusiones ahora presentadas gracias a las observaciones del telescopio Kepler y de la misión K2 muestran de nuevo el gran catálogo de mundos que todavía nos queda por descubrir y estudiar fuera de los confines del sistema solar.

NASA extiende en cinco años la misión del histórico telescopio Hubble


WASHINGTON.- La Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA) anunció hoy que extenderá la misión del telescopio espacial Hubble cinco años más, hasta 2021. Eso significa que el Hubble, que se puso en órbita en 1990, seguirá en servicio cuando en 2018 la NASA ponga en marcha a su sucesor, el telescopio espacial James Webb. Tras la última reparación espacial en 2009 y con el fin de las misiones del transbordador espacial en 2011, que permitían realizar misiones de mejora de su tecnología, el Hubble no puede recibir mantenimiento. No obstante, los científicos de la consideran que puede seguir operando más allá de los planes iniciales y seguir explorando las partes más remotas del universo hasta 2021. "El Hubble podrá continuar proveyendo datos hasta los años 20, con lo que se asegura su lugar en la historia como un gran observatorio en temas que van desde la observación del sistema solar o el universo más distante", indicó en un comunicado la NASA. El aumento de la misión requerirá una inversión de casi 200 millones de dólares. Con la puesta en órbita del telescopio James Webb, los científicos tendrán además un margen varios años para observar el universo en un gran abanico de bandas de luz. El Hubble obtiene información en el espectro visible y ultravioleta, mientras que el James Webb operará en la banda infrarroja. Eso permitiría realizar comparaciones y observaciones más profundas del Universo, después de que el Hubble haya aportado a la Humanidad imágenes nunca vistas del espacio.

China estrena el cohete que pondrá en órbita su estación espacial propia


BEIJING.- China lanzó hoy con éxito su nuevo cohete Larga Marcha-7 (CZ-7), destinado a ser el vehículo de transporte de los módulos de la futura estación espacial china. El nuevo cohete despegó sin problema hacia las 20:00 hora local (08:00 horas, en Chile) desde el centro espacial de Wenchang, en la isla de Hainan (sureste), anunciaron los medios oficiales chinos. El Larga Marcha-7 tiene una altura de 53 metros y pesa 597 toneladas, incluyendo el combustible, compuesto por una mezcla de oxígeno líquido y queroseno, menos contaminante que los empleados anteriormente. Su capacidad de carga máxima es de 13,5 toneladas, frente a las 8,6 de la anterior generación de cohetes espaciales chinos. Los científicos chinos demoraron ocho años en desarrollar este cohete, para cuyo diseño y manufactura se han utilizado tecnologías 3D. El ambicioso programa espacial de Beijing se va a acelerar en la segunda mitad de este año, comenzando con su segundo laboratorio espacial, denominado Tiangong-2, del que la agencia espacial china asegura que tendrá muchas mejoras respecto al Tiangong-1 lanzado en 2011. China tiene previsto lanzar en 2018 el módulo central de su estación espacial, una instalación que espera tener en servicio hacia 2022. Además, el año próximo se lanzará la sonda lunar Chang'e 5, que tiene previsto aterrizar en el satélite de la Tierra y retornar a nuestro planeta con muestras lunares. Finalmente, Beijing prevé lanzar en 2020 una misión a Marte que aterrice al año siguiente en la superficie del planeta rojo para desplegar un vehículo robot de exploración científica.

Así sería Marte si estuviera cubierto con mares de agua líquida

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Por lo que sabemos hasta el momento, alguna vez nuestro vecino Marte pudo tener agua en estado líquido en su superficie y hasta haber sido capaz de albergar vida, pero ¿podría haber sido su aspecto similar al que nuestro hogar, la Tierra, presenta actualmente? Desde el exterior la presencia del mar y de una atmósfera con nubes cargadas de agua podría ser como la de esta evocadora fotografía que ha sido creada a partir de datos proporcionados por el Orbitador de Reconocimiento de la NASA.

El autor de esta composición fotográfica, Kevin Gill, ha elaborado la misma tras el tratamiento de los mapas de elevación de la superficie marciana obtenidos por el satélite que la NASA tiene en órbita sobre Marte. La imagen revela un océano masivo ubicado en una de las caras del planeta y uno de los valles más largos del sistema solar, el Valle Marineris. A la izquierda también puede apreciarse el pico del Monte Olimpo, el mayor volcán conocido del sistema solar, que se eleva 23.000 metros sobre la planicie que lo circunda (el Everest tiene 8.848 metros de altura sobre el nivel del mar).

Para componer la espectacular fotografía, que representaría haber sido captada desde 10.000 kilómetros de la superficie, se renderizó un modelo bidimensional basándose en un modelo de datos que establecía un nivel estándar del mar para el planeta marciano a partir del cual se determinaba un color plano azul, quedando el territorio "emergido" en su color real.

A partir de ahí el color y la textura se aplicó empleando una funcionalidad de generación de imagen de la NASA bautizado como Blue Marble Next Generation en honor a la famosa fotografía de nuestro planeta.

Por último cierto e inevitable toque artístico se puede apreciar en la representación de los cúmulos nubosos que cubren parte de la superficie de este Marte dotado de mares y que resulta refrescante y rompedor con esa tradicional imagen de desierto polvoriento que tenemos de nuestro vecino más cercano en el Sistema Solar.