El viaje de una consulta de búsqueda comienza mucho antes de que se
escriba toda la palabra clave. Google usa robots de software conocidos
como rastreadores o arañas web, los cuales indagan en páginas para luego
incluirlas en los resultados.
El software de Google almacena datos acerca de estas páginas en centros
de datos y posteriormente son utilizados en las búsquedas.
Antes de ofrecer resultados, la consulta de búsqueda viaja un promedio
de 2.400 kilómetros aproximadamente, y en el camino puede pasar por
diferentes centros de datos a una velocidad cercana a la de la luz, es
decir, a cientos de millones de kilómetros por hora.
A medida que el usuario escriba su consulta, comenzará a ver
predicciones acerca de la palabra clave sin necesidad de oprimir
"enter". De esta manera Google pretende que sus navegadores ahorren
tiempo.
El sistema analiza la búsqueda y usa más de 200 señales para decidir qué
páginas y qué contenido constituyen la respuesta más relevante. Entre
las señales más están la originalidad del sitio web, la URL y título de
la página, palabras de la página web y la calidad del contenido.
Google utiliza un sistema de previsualización de páginas en los
resultados finales de la búsqueda, las cuales se cargan en un promedio
de una décima de segundo.
Según las estadísticas de la compañía, por día se realizan miles de
millones de búsquedas y el 16% son indagaciones y resultados nuevos.