El latín es una lengua muerta, pocos la hablan en el mundo y muchos menos
la estudian, pero El Vaticano está dispuesto a "resucitarla" ubicándola
como prioridad en su enseñanza en los seminarios y hasta lanzando
mensajes vía Twitter.
"Hodie una cum Ivano Dionigi novan aperiemus academiam pontificiam
latinitatis a Benedicto conditam, hora XVII, via Conciliationis V" ("Hoy
a las 17 horas Ivano Dionigi y yo abriremos la nueva academia
inaugurada por Benedicto en la Via de la Concilliazione 5"), convocó la
Santa Sede a la presentación de la academia latina.
No se trató de un manifiesto cantado por un juglar medieval, sino un
mensaje tuiteado por el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del
Pontificio Consejo de la Cultura, en su cuenta en la página de internet
de mensajes cortos.
Interés por recuperar la lengua
La irrupción del latín en Twitter pareció expresar el interés del
papa Benedicto XVI por recuperar esa lengua, no sólo en la vida moderna
de la Iglesia, sino también en la sociedad en general.
Por ese motivo el pontífice ordenó el establecimiento de la
Pontificia Academia de la Latinidad mediante la publicación, el 10 de
noviembre pasado, de una carta apostólica en forma de "motu proprio"
(decreto) intitulada "Latina Lingua".
Según ese texto, el objetivo principal del organismo es "sostener un
mayor conocimiento y un más competente uso de la lengua latina, tanto en
el ámbito eclesial como en el más vasto mundo de la cultura".
"No queremos solamente recuperar la gran herencia del pasado
compuesta de cultura, literatura, pensamiento, teología y filosofía
expresada en latín, queremos lograr que el latín retorne sobre todo a
los seminarios", explicó en entrevista con Notimex el cardenal Ravasi.
"Por otra parte queremos que también en las escuelas de todos los
países del mundo el latín se recupere, porque permite comprender la
cultura contemporánea ya que su estructura aunque conocida en sus
componentes básicos- es una ayuda para bien pensar, reflexionar y
razonar con calidad", agregó.
"La cultura noble en general tiene necesidad del latín"
Durante siglos la Iglesia católica ha sido prácticamente la única
custodia de la lengua latina, que hasta el Concilio Vaticano II (1965)
era usada todos los días en la celebración de la misa, ya que todos los
ritos católicos eran en ese idioma.
Con la reforma litúrgica posterior al Concilio, el latín fue
sustituido por las lenguas vernáculas y comenzó un rápido e inexorable
declive, hasta ser estudiado y usado casi sólo en Roma.
Recordó que la cultura occidental, en especial aquella de los idiomas
europeos mediterráneos, fue fundada sobre el latín, así como el derecho
actual y el lenguaje científico.
"La cultura noble en general tiene necesidad del latín para
comprender el significado profundo de algunas palabras, del propio
lenguaje. Pero, sobre todo, el latín puede empujar a usar mucho más la
racionalidad", insistió.