

El título ha ganado multitud de premios, como la excelencia técnica del Independent Games Awards o el gran premio del Unreal Contest. También ha sido finalista en premios como el IndieCade 2011 o el Indie Game Challenge.
El juego apuesta por un mundo al estilo Escher en el que "los pasillos se envuelven entre sí, los espacios se reconfiguran ellos mismos, y conseguir lo imposible es la única forma de avanzar".
Se apuesta por una experiencia de juego psicológica en la que el jugador deberá cuestionar su propia concepción del mundo del videojuego al alterar y romper las normas y convenciones establecidas a través de un mundo continuado de diseño no euclidiano. Todo ello con una pistola que puede crear, destruir o manipular la materia.